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Ecuador: ¿Plan Nacional por la Educación 2025-2040?

 

        Tomado de https://educacion.gob.ec/plan-nacional-por-la-educacion/

El gobierno de Daniel Noboa (23 noviembre 2023 - 24 mayo 2025) ha anunciado un Plan Nacional por la Educación 2025-2040a construirse en 15 meses. "Un proceso ciudadano, plural y participativo para mejorar el sistema educativo del país, asegurando el derecho a una educación de calidad para todos. Este Plan es un documento que guiará la política educativa por los próximos 15 años como un eje estratégico del Estado más allá de los gobiernos de turno, generando un gran acuerdo nacional por la calidad de la educación, comprometido con la construcción de un mejor Ecuador".

El plan, liderado por el Ministerio de Educación, se anunció el 22 de febrero de 2024, en un encuentro co-organizado con CAF, OEI, UNESCO y UNICEF, en Quito, en el que participaron representantes de diversos sectores y actores vinculados a la educación.  

El Ministro de Educación, Daniel Calderón, dijo en el encuentro: «El Plan Nacional por la Educación es un trabajo en el que juntos y juntas vamos a poder definir cuál es la educación que queremos para nuestro país… Debemos construir una política que vaya por encima de nosotros y de las circunstancias históricas; una política por el nuevo Ecuador».

No existe a la fecha un documento que describa y explique el Plan, incluyendo un diagnóstico de la situación actual de la educación en el país, el contexto nacional en que se plantea dicho Plan, sus fundamentos, alcance, componentes, metodología de construcción y participación de los distintos estamentos, cronograma, etc. Tampoco hay referencia a las reformas educativas ensayadas en el país en las dos últimas décadas, así como a los planes y agendas internacionales para la educación en este mismo período, y a las lecciones aprendidas en ambos casos. 

Algunas inquietudes en torno al nuevo Plan de Educación anunciado

Levantamos aquí algunas inquietudes en torno al mencionado plan, a la luz de la experiencia internacional y de la  experiencia ecuatoriana reciente (2006-2024). 

1. Plan Decenal de Educación 2006-2015: Un plan con metas inconclusas 


▸ En la década de gobierno de Rafael Correa (mayo 2007-mayo 2017) se llevó a cabo el Plan Decenal de Educación 2006-2015. 

▸ Dicho Plan fue elaborado en los últimos meses del gobierno de Alfredo Palacio (abril 2005 - enero 2007). Fue sometido a consulta popular en noviembre de 2006 y fue aprobado por 66% de los votantes. Correa adoptó el Plan y ratificó en el cargo al ministro de educación de Palacio, Raúl Vallejo.  

▸ El Plan se organizó en torno a 8 políticas, varias de ellas sin metas claras/medibles. No fue evaluado cabalmente. Varias políticas/metas quedaron a medio cumplir. 

2. Un Plan Decenal de Educación 2016-2025 que quedó en borrador y no llegó a implementarse 

▸ Con este nuevo Plan Decenal se buscaba dar continuidad al Plan Decenal 2006-2015. El nuevo Plan también se organizó en torno a 8 políticas, agrupadas en tres ejes: Calidad, Cobertura y Gestión.

▸ El nuevo Plan quedó en documento borrador, fechado en febrero de 2016. Lo elaboraron conjuntamente el Ministerio de Educación y la Red de Maestros y Maestras por la Revolución Educativa, creada en 2015 con el auspicio del gobierno de Correa. Dicha Red se conformó como alternativa a la Unión Nacional de Educadoes (UNE), con la que Correa entró en conflicto al inicio de su gobierno y a la que terminó cerrando. La Red se conformó principalmente a partir de maestros y maestras inconformes con la UNE.

▸ Muchos, dentro y fuera del Ecuador, siguen citando el Plan Decenal 2016-2025. En realidad, este Plan nunca abandonó el papel.  

▸ El Plan fue trabajado en 2015-2016, cuando el gobierno de Correa estaba por concluir y en momentos en que llegaban a su fin dos grandes iniciativas mundiales - la Educación para Todos (1990-2000-2015) y los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000-2015) - y se adoptaba una nueva agenda global de desarrollo, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con 17 objetivos, uno de ellos (el ODS4) dedicado a la educación.

▸ La construcción del Plan inició en agosto de 2015. El ministro de Educación Augusto Espinosa anunció que éste se presentaría al país el 13 de febrero de 2016. No obstante, lo que se hizo público el 13 de febrero en el estadio Alberto Spencer en Guayaquil fue una "Propuesta de la comunidad educativa como insumo para el nuevo Plan Decenal de Educación 2016-2025. Documento borrador". No llegó a elaborarse un documento final y a entregarse la propuesta al Consejo Nacional de Planificación. 

▸ La elaboración del Plan implicó una gran movilización nacional que involucró a cerca de 250.000 personas ("se crearon 203 espacios de diálogo, talleres y mesas de trabajo con docentes, estudiantes y padres de familia, lo que dio como resultado la propuesta de la comunidad educativa del Plan Decenal de Educación 2016-2025"). 
Los "más de 247 mil participantes a nivel nacional" fueron de la Red de Maestros por la Revolución Educativa. Todo esto para producir un documento que finalmente quedó en borrador.

▸ LRendición de Cuentas 2015 y la Rendición de Cuentas 2016 del Ministerio de Educación no mencionaron nada sobre el fallido Plan Decenal 2016-2025.

▸ La mención a la transformación de la escuela en una comunidad de aprendizaje se refirió al proyecto del CREA de la Universidad de Barcelona, que viene implementando en el Ecuador el Grupo Faro en las provincias de Pichincha y Manabí.  

▸ En 2021, durante la campaña electoral del Binomio de la Esperanza (binomio correísta Arauz-Rabascall) la Red de Maestros propuso retomar la elaboración del Plan Decenal que no había logrado completarse. La propuesta no prosperó pues la candidatura que ganó las elecciones fue el binomio opositor, Guillermo Lasso-Alfredo Borrero. 

▸ Lo que quedó de la elaboración del Plan Decenal fue un "Acuerdo Nacional por la Educación y los Buenos Hábitos", elaborado en encuentros de profesores, directivos y estudiantes. Los «buenos hábitos» elegidos fueron 1) actividad física, 2) lectura y 3) trabajo en equipo. En relación a la lectura se propuso un Club de Maestros Lectores, cuyo objetivo era que los maestros leyeran un libro por mes. "Hoy el Ecuador tiene un índice sumamente bajo de 0.5 libros por ciudadano que lee en el país y quienes deben dar ejemplo de ello son los docentes", dijo el ministro de educación Augusto Espinosa. El mismo se ocupó de recomendar mensualmente los libros a leer. Esto duró pocos meses y se descontinuó.

▸ El 23 de marzo de 2016 se celebró la firma del Acuerdo en las diversas provincias del país, en muchos casos con eventos culturales o deportivos. Aquí pueden verse algunas fotos. 

 El Acuerdo por la Educación y los Buenos Hábitos (2016) no tuvo seguimiento por parte de la Red de Maestros, del Ministerio de Educación, del Ministerio de Cultura o del de Deportes. No se lo conoce ni menciona en el Ecuador. 


3. La Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible llega a su fin en 2030

▸ La Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fue adoptada a nivel mundial en 2015 y llega a su fin en 2030. 

▸ Ninguno de los planes y agendas internacionales para la educación adoptados desde 1957 en el mundo ha logrado cumplir las metas en los plazos estipulados. El fin de la Agenda 2030 dará paso a nuevas iniciativas y nuevas agendas internacionales. 2 ó 3 años antes del cierre empezarán las evaluaciones y los preparativos de cara al nuevo momento. Se mencionan por lo pronto la Cumbre del Futuro de Naciones Unidas, a realizarse en septiembre de 2024, y la Cumbre Social de Naciones Unidas, a realizarse que en 2025.

▸ Es ya claro que varios ODS - y concretamente el ODS 4, dedicado a la educación - no se cumplirán o se cumplirán parcialmente hasta el año 2030. Su seguimiento deberá aplazarse según la situación de cada país.

4. El ODS4 y la transformación educativa abarcan a todo el sistema educativo y también a los aprendizajes realizados fuera de las aulas

Objetivo 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos

La educación en el Ecuador se entiende fundamentalmente como educación formal (escolarización). El sistema educativo aparece segmentado en dos: de la educación hasta el fin del bachillerato (el llamado sistema educativo nacional) se ocupa el Ministerio de Educación y de la educación superior (el llamado sistema de educación superior) se ocupa la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT).  

La necesidad de transformación educativa está planteada para todos los niveles educativos y requiere por tanto el concurso y la coordinación de todas las instancias y ministerios vinculados a la cuestión educativa y al aprendizaje a lo largo de la vida, en todas las edades.

5. Sobreexpectativa de políticos y funcionarios en torno a las realidades de la educación nacional y al cambio educativo 

▸ Durante su década de gobierno, Rafael Correa y sus ministros de educación reiteraron que la «revolución educativa» sería un referente para América Latina y el mundo. Aseguraron nacional e internacionalmente que "en 2018 tendremos uno de los mejores sistemas educativos de América Latina y del mundo" 

Nada de eso sucedió. El sistema educativo ecuatoriano logra bajos resultados de aprendizaje, como lo vienen mostrando  pruebas nacionales e internacionales de aprendizaje. Los problemas son anteriores a la pandemia; la pandemia solo contribuyó a agravarlos.  

▸ Los gestores del Plan 2025-2040 en construcción postergan ahora el plazo hasta 2040, para cuando esperan que "Ecuador sea un referente regional y global en materia de educación, donde los resultados de las evaluaciones de logros de aprendizaje se ubiquen en el primer quintil por encima de los promedios regionales de los países de la OCDE, se haya cerrado la brecha de profesionales de la educación, la escolarización contribuya significativamente con el desarrollo socioemocional y la escuela se convierta en un núcleo de articulación comunitaria potenciando la justicia social". 

6. Bajas expectativas de los estudiantes ecuatorianos respecto de «los futuros de la educación»  

▸ En 2019, en el gobierno de Lenin Moreno (2017-2021), el Ministerio de Educación organizó una consulta virtual para indagar opiniones y expectativas de estudiantes, padres de familia, educadores y directivos en torno al futuro de la educación en el Ecuador. Las respuestas pueden verse en el sitio ministerial dedicado a la consulta.

▸ Respondieron niños y jóvenes de 10 a 17 años provenientes de cinco provincias: Guayas y Pichincha, las dos provincias principales, Imbabura, Carchi y Sucumbíos. 56% de los estudiantes consultados fueron hombres y 43% mujeres, la mayoría mestizos y radicados en el área urbana.

▸ Lo más llamativo fueron la pobres expectativas de los consultados, especialmente de los estudiantes. Puestos a imaginar el futuro, los estudiantes replican esencialmente la misma educación que han venido recibiendo en las aulas. Esto es en sí mismo  reflejo del sistema educativo ecuatoriano y de la poca importancia que Estado y sociedad dan a la educación. 

▸ Los estudiantes no son expuestos - ni en la escuela ni en la vida diaria - a modelos educativos alternativos que les permita visualizar otra educación posible. 7% quiere más espacio en las aulas, 3% quiere más espacio para jugar y 12% dice que sería bueno tener computadoras para todos. Eso es todo.

▸ La sociedad ecuatoriana ignoró esta encuesta. No se interesó por saber qué esperan estudiantes y padres de familia de la educación. Ni medios ni articulistas comentaron los pobres resultados. Los temas que acapararon la atención en esos días, en lo que a educación se refiere, fueron los recortes al presupuesto educativo, el pedido de más cupos en las universidades, y la urgencia del retorno a las aulas después del largo confinamiento.

7. 15 años es un período demasiado grande para poder introducir en la marcha los cambios (cada vez mayores y más acelerados) que exige un mundo en permanente cambio e innovación

▸ La experiencia nacional e internacional muestra la realidad de la diversidad y de la incertidumbre, y la necesidad del cambio y el aprendizaje permanentes. 

▸ El pedido de “generar planes de educación con perspectiva regional y mirada a largo plazo” hecho en la Declaración de Santiago 2024 no puede entenderse como generar planes iguales para todos los países, nuevamente con metas y plazos iguales para todos, sino más bien como planes nacionales abiertos y flexibles, enraizados en las condiciones específicas de cada país, con capacidad para reconocer y valorar lo propio y lo diferente, y de acomodarse a condiciones cambiantes a lo largo del tiempo.

8. El gobierno de Daniel Noboa es un gobierno de transición, surgido en circunstancias excepcionales, heredero de una situación nacional muy compleja y cuya duración será de un año y medio

▸ La prioridad del gobierno y de la población es el tema de la inseguridad y la violencia. El tema educativo ocupa un lugar marginal, según vienen confirmando todas las encuestas. 

▸ Es difícil concebir que un gobierno en las condiciones de éste sea capaz de llevar a cabo una transformación educativa integral y profunda como la que necesita el país.

             Fuente: Encuesta Comunicaliza, enero 2024.


Rosa María Torres del Castillo
Milton Luna Tamayo
Edgar Isch
Soledad Mena


Aprendizajes escolares, aprendizajes familiares (Bangladesh)

 Rosa María Torres

Escuela primaria no-formal del BRAC - Bangladesh. Foto: BRAC

Algo que me maravilló de las escuelas rurales no-formales multigrado del BRAC en Bangladesh es su impacto familiar y comunitario.

El BRAC es una ONG, una de las más grandes de Asia. Sus escuelas primarias no-formales (3 horas diarias de clase, 11 meses al año), son un modelo escolar exitoso que tiene ya más de 50 años de vida, ha graduado a más de 12 millones de estudiantes, ha sido premiado internacionalmente y se ha expandido a otros países. Se les llama escuelas no-formales porque adoptan modalidades flexibles en muchos aspectos, diferentes a las de las escuelas formales convencionales. Son escuelas gratuitas. Uno de sus objetivos iniciales fue favorecer la incorporación de las niñas.

Cuando visité estas escuelas en los 1990s observé que se ponía gran énfasis en enseñar a los alumnos a lavarse las manos y a hervir el agua. El aula estaba llena de carteles con mensajes y dibujos alusivos. Con ayuda de la traductora que me acompañaba, le pregunté a la profesora y me explicó.

Lavarse las manos antes de ingerir los alimentos y hervir el agua que se bebe y con que se cocina son actividades cotidianas que tienen enorme impacto sobre la salud. Muchas enfermedades y muchas muertes pueden evitarse siguiendo estos dos procedimientos. Se insiste en esto a los alumnos y se les pide que enseñen estos hábitos a sus familias. Se les orienta cómo hacerlo, con ayuda de breves y sencillos materiales ilustrados. La evaluación de los alumnos y de la escuela incorpora esta dimensión de educación familiar. Hay alumnos entusiasmados que por su cuenta deciden ampliar las enseñanzas a los vecinos e incluso a toda la comunidad.

Qué diferentes serían los sistemas escolares, los currículos, las pedagogías, las escuelas, los profesores, los alumnos y la cultura escolar si esto que hacen estas escuelitas rurales, multigrado, en Bangladesh se incorporara como ingrediente y rutina propia de la escolarización.

Un sistema escolar que promueve el aprendizaje inter-generacional en temas y problemas claves relacionados con la higiene, el cuidado de la salud y el bienestrar familiar.

Una escuela que entiende su misión no solo como educar a los alumnos sino como educar a la familia y a la comunidad a través de ellos. El auténtico Aprendizaje-Servicio.

Unos contenidos elegidos y pensados no solo como currículo escolar sino como currículo ciudadano.

Una pedagogía orientada no solo a aprender a aprender sino también a aprender a enseñar.

Una evaluación escolar centrada no solo en lo que aprenden los alumnos sino en su capacidad para educar a otros.

Cuánto más relevantes y pertinentes serían los currículos escolares si tuvieran en cuenta las necesidades de la familia y la comunidad local; cuánto más realizados y socialmente útiles se sentirían los alumnos si pudieran poner lo que aprenden al servicio de su propia familia; cuántas cosas podrían niños, adolescentes y jóvenes enseñar a sus padres y abuelos mientras avanzan en su propio aprendizaje; cuánto más útil sería el sistema escolar para el bienestar familiar, el desarrollo comunitario, la superación de la pobreza, el cuidado del medio ambiente y el aprendizaje a lo largo de la vida.  

 


El gran problema de la educación en el Ecuador es que no se percibe como un problema

 Rosa María Torres

(actualizado: 29 febrero 2024)


Claudius Ceccon - Brasil


La educación concita poco interés en el Ecuador, tanto del gobierno como de la academia, el periodismo y la ciudadanía en general. Esta es una de las razones principales del problema educativo, que permanece en gran medida invisibilizado o negado.

Estudios y encuestas a nivel mundial muestran, salvo pocas excepciones, altos niveles de complacencia con la educación en cada país. Hay una sobresatisfacción, que a menudo no se compadece con las realidades y los resultados de los sistemas educativos. Esto se debe en gran parte a la falta de información, a la falta de conocimiento sobre el tema, y a la vigencia de viejas creencias y viejos marcos mentales en torno al tema educativo. La complacencia es mayor entre personas con ninguna o baja escolaridad, quienes se conforman con poco y no exigen una educación de calidad. Pero ocurre también en sectores medios y altos.

En el caso del Ecuador se agrega la desinformación en torno a la «revolución educativa» impulsada en la década de gobierno de Rafael Correa (2007-2017). Muchos ecuatorianos creen que en la llamada «década ganada» el Ecuador pasó a ser referente educativo mundial, que fue el país que más avanzó en calidad educativa según la UNESCO, que se eliminaron las escuelas unidocentes, que las escuelas del milenio pasaron a convertirse en modelo escolar universal, que Rafael Correa fue nombrado El Mejor Presidente del Mundo por Naciones Unidas. Correa y sus ministros de educación incluso anunciaron que en 2018 el Ecuador tendría "uno de los mejores sistemas educativos del mundo"


La educación ocupa uno de los últimos lugares, si no el último, en las encuestas que preguntan sobre el problema principal en el país. La educación no se considera un problema, es decir, algo de lo que hay que preocuparse y ocuparse. La economía, la política, la corrupción vienen ocupando los primeros lugares. En los últimos años, la brutal escalada de la violencia, el narcotráfico y la inseguridad convirtió estos asuntos en absoluta prioridad y preocupación. La educación ha terminado siendo un problema invisible,  lo fue incluso en la pandemia del COVID-19 y el confinamiento (2020-2021), y sigue siéndolo ahora en medio de tanta crisis. La que aparece de tanto en tanto como problema es la educación superior, a raíz de las pruebas de admisión, del presupuesto y de recortes presupuestarios, y del insuficiente número de cupos en las universidades públicas y en las carreras más demandadas.


CEDATOS, 2017-2019


La sociedad ecuatoriana no percibe la educación (la falta de educación o la mala educación) como un problema que está detrás de muchos de los grandes problemas nacionales: desnutrición crónica infantil, embarazo adolescente, corrupción, violencia, intolerancia, autoritarismo, machismo, racismo, homofobia, xenofobia, desempleo, mala alimentación, obesidad, mala calidad de la política, problemas ortográficos, falta de lectura, dificultades para argumentar y debatir, etc.

La lectura es tema problemático. A nivel de opinión pública viene siendo tratado esencialmente como que "el Ecuador no lee", pero el problema es mucho más complejo y tiene raíces en un sistema educativo deficitario que no enseña a leer y a gustar de la lectura. 

La Encuesta de Hábitos Lectores, Prácticas y Consumos Culturales (2022) reveló que 7,4% de los ecuatorianos, es decir más de un millón de personas, no lee en ningún formato. En el área urbana las personas que no leen representan un 6,5%, y en las áreas rurales un 9,5%.

Es más bien reciente la preocupación con la lectura en el ámbito escolar. En 2019 el Banco Mundial empezó a hablar de «pobreza de aprendizaje», entendida como porcentaje de niños y niñas de 10 años de edad que tienen dificultad para leer comprensivamente un texto corto adecuado para su edad. El Ecuador apareció como un país con alta «pobreza de aprendizaje» ("Ecuador: Learning Poverty Brief", Learning Poverty Briefs, Banco Mundial, 2023):

en
2018: 61% 
en 2019: 63% (12% peor que el promedio regional)
en 2021: 63%
en 2022: 66%

Esto, a pesar de que el 98% de los niños y niñas en edad escolar va a la escuela y solo 2% no lo hace (2019-2022).

En definitiva, los problemas de enseñanza y aprendizaje de la lectura en el medio escolar son anteriores a la pandemia y el confinamiento; éstas solo lo agravaron.

Los niveles de alfabetismo digital son bajos. En el PIAAC (población de 16 a 65 años) el Ecuador obtuvo los más bajos niveles en resolución de problemas informáticos. Solo 5.2% de los adultos obtuvo puntajes altos (niveles 2 y 3) (OECD/INEVAL, 2019; OECD, 2019). Si bien el uso de redes sociales es alto, pocos usan las redes y el Internet para obtener información o continuar formándose por su cuenta. Apenas 3.97% de los ecuatorianos usa las redes para buscar información sobre salud y 9.09% para buscar información relacionada con educación. Estos porcentajes están entre los más bajos en América Latina (CAF/CEPAL, 2020).

El paradigma del Aprendizaje a lo Largo de la Vida, propuesto por la UNESCO como paradigma para la educación y los aprendizajes en el siglo 21, no ha sido adoptado en el Ecuador como enfoque para la política educativa desde el Ministerio de Educación y desde los múltiples entes estatales y no-estatales vinculados a la educación, la capacitación, la formación y los aprendizajes de niños, jóvenes y adultos dentro y fuera del sistema educativo. Persiste la desvinculación entre educación y cultura, educación y trabajo, educación y medios de comunicación, educación familiar, comunitaria y escolar, así como la fragmentación y descoordinación de las entidades gubernamentales y no-gubernamentales que promueven educación y aprendizajes a lo largo de la vida.

Estudios y evaluaciones sobre la situación de la educación escolar en el país, en la región y en el mundo pasan desapercibidos para la sociedad ecuatoriana. Pocos medios se ocupan de ellos y analizan la información en profundidad. Así ha acontecido, en los últimos años, con los resultados de la prueba PISA-D coordinada por la OCDE (aplicada en el Ecuador en 2017), la cual reveló bajos desempeños (bajo el nivel 2) de los estudiantes de 15 años en las tres áreas evaluadas en PISA: lectura (51% obtuvo bajo desempeño), matemáticas (71% obtuvo bajo desempeño, y 89% de los estudiantes pobres), y ciencia (57% obtuvo bajo desempeño). Así ocurrió también con los resultados del Cuarto Estudio Regional Comparativo y Explicativo ERCE (aplicado en 2019) del Laboratorio Latinoamericano de la Evaluación de la Calidad de la Educación coordinado por la UNESCO.

Los ecuatorianos duermen tranquilos no sabiendo - o sabiendo - que los estudiantes de primaria y secundaria tienen graves problemas con la lectura, la escritura y la matemática, que la diferencia de desempeño en lectura entre planteles públicos y privados es un año de escolaridad una vez controlado el factor socio-económico, y que la brecha de desempeño en lectura es una de las más altas de la región (60% de los estudiantes en planteles públicos tiene bajo desempeño en lectura en comparación con 27% de los estudiantes en planteles privados).

La llamada «crisis global de aprendizaje» resaltada por los organismos internacionales desde 2014 es prácticamente desconocida en el Ecuador. Tampoco tuvo eco la alerta de la UNESCO en 2021 en torno al estancamiento de la región desde 2013 en calidad de la educación, a partir de los resultados del ERCE: "Los datos del ERCE 2019 nos indican que la región se encuentra prácticamente estancada en niveles de logros de aprendizajes muy bajos. Esto pone a una generación entera en riesgo de no poder desarrollar su pleno potencial. Las medidas y reformas educativas para mejorar los aprendizajes desde los años más tempranos de escolaridad no pueden seguir esperando y deben ser priorizadas". Y no se ha registrado el estudio sobre la crisis global de aprendizaje divulgado en febrero de 2022, el cual concluye que la matrícula escolar creció notablemente a nivel mundial entre 2000 y 2015 pero el aprendizaje se ha mantenido estancado en todas las regiones del mundo.

El Ecuador es uno de los países en la región que tuvo las aulas cerradas por más tiempo a raíz de la pandemia (más de dos años). No obstante, el asunto no tuvo la preocupación y el sentido de urgencia que habría sido de esperar. Los sucesivos anuncios de apertura de las aulas fueron recibidos con temor y resistencia por muchos padres de familia y por las organizaciones docentes. La oficina de UNICEF en el Ecuador insistió permanentemente en la importancia de la reapertura. En diciembre de 2021 Guillermina Tiramonti, en Argentina, se lamentaba que "La educación sigue sin importarle a nadie en nuestro país". En el Ecuador no solo existe negacionismo sino que éste no se cuestiona.

Tomado de: Banco Mundial, UNICEF, UNESCO, Dos años después: Salvando a una generación, Washington D.C., junio 2022.

La educación no existe como problema en el presente ni como expectativa de otro futuro posible. La consulta en línea sobre cómo podría ser la educación en el futuro, organizada por el Ministerio de Educación en marzo de 2021, con aulas todavía mayoritariamente cerradas, dejó pocos insumos y resultados descorazonadores. Preguntados sobre cómo quisieran que sean sus planteles educativos, los estudiantes ecuatorianos básicamente aspiran a mantener lo que tienen. La chatura de las expectativas refleja la chatura de la educación que reciben y la chatura (o llana ausencia) de la conversación nacional sobre el tema educativo.

El artículo "Los 10 retos de Ecuador en 2022" de la Agencia EFE (30/12/2021) fue reproducido a inicios de 2022 por varios medios ecuatorianos, entre ellos Ecuavisa y diario Expreso. "Reducir sustancialmente la pobreza después de tres años de grave crisis económica y llegar al Mundial de Catar se perfilan como los dos grandes retos de Ecuador en 2022, cada uno en su propia dimensión pero ambos convertidos en símbolo de un nuevo renacer. Estos son los mayores desafíos para el nuevo año".

7 de febrero 2022. Inició el retorno obligatorio a clases presenciales de los estudiantes de Básica Superior y Bachillerato, así como de los estudiantes que asisten a planteles unidocentes, bidocentes y pluridocentes en la zona rural. Siendo un evento tan esperado y tan importante para millones de familias y estudiantes, éste pasó relativamente desapercibido en los medios y en las redes sociales, después de varios anuncios fallidos.

14 de marzo 2022. Más de 1 millón 800 mil estudiantes de la Sierra y la Amazonía volvieron a clases presenciales. Pero el país estaba ocupado en otras cosas: el último pleito del congreso (Asamblea Nacional), el fútbol, la escalada de la guerra en Ucrania, el aumento del precio de la gasolina a consecuencia de la guerra, etc. Las portadas de algunos de los principales medios escritos del Ecuador - El Universo, Expreso, La Hora - ni siquiera registraron la noticia del regreso a las aulas. El Comercio fue el único que le dedicó gran espacio en la portada.



6 de mayo 2022. Volvieron a las aulas 2 millones 400 mil estudiantes de más de 9 mil planteles fiscales, fiscomisionales, particulares y municipales del régimen Costa y Galápagos, completándose así el retorno a la presencialidad de todo el alumnado del país.

13 de junio 2022. A poco más de un mes de haberse universalizado el retorno a las aulas, después de dos años de cierre, la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) inició un paro nacional indefinido que obligó nuevamente a cerrar los planteles educativos en todo el país. Se calcularon las pérdidas económicas ocasionadas por los 18 días que duró el paro, el aumento del riesgo país, etc., pero nadie estimó los costos educativos de esta nueva paralización.

La educación fue uno de los 10 puntos del petitorio planteado por la CONAIE al gobierno. En país racista, de enorme desigualdad social y educativa, que perjudica de manera especial a los indígenas, la preocupación planteada por la CONAIE en su petitorio fue el acceso a la educación superior y el mejoramiento de la infraestructura educativa.


■ En el marco de la campaña electoral para la segunda vuelta de la elección presidencial (sep. 2023) la encuestadora Comunicaliza indagó las percepciones ciudadanas en torno a diversos asuntos: justicia, salud, policía, infraestructura pública, igualdad de género y derechos de las mujeres, y educación. Sólo el 6,5% cree que la justicia es confiable y 12,9% cree que el sistema de salud proporciona un acceso equitativo y de calidad. ¿Consideras que la educación pública en Ecuador ofrece oportunidades de calidad para todos los estudiantes? 30.9% responde que sí. Esto, como hemos visto, no responde a la realidad.

■ 9 enero 2024. El gobierno de Daniel Noboa, posesionado en dic. 2023, declaró Conflicto Armado Interno en el territorio ecuatoriano, guerra abierta contra las bandas narcoterroristas que han venido tomándose el país en los últimos años y aterrorizando a la población. El Ejército tomó el mando y la Policía pasó a ocupar un segundo lugar. Las clases volvieron a suspenderse visto el alarmante clima de inseguridad, los asesinatos cotidianos y el creciente reclutamiento de niños y jóvenes por parte de las bandas delincuenciales. El "retorno a la virtualidad" volvió a prescribirse en esta segunda pandemia y el "retorno a la presencialidad" volvió a anunciarse de manera progresiva por parte del ministerio de educación y la SENESCYT. Una vez más, los más perjudicados los más pobres y vulnerables. Una vez más, como en la pandemia, la "virtualidad" como recurso ante la emergencia y campo abierto a la improvisación. Nuestro llamado a reactivar y transformar la educación, a no dejarnos atrapar por lo urgente y por el corto plazo, no encontró eco.  

¿Qué aprendimos de la pandemia y del confinamiento en términos educativos? ¿Qué lecciones nos dejó el recurso a la tecnología, el tránsito de la presencialidad a la virtualidad, el papel y las necesidades de los docentes y de los padres de familia, de las escuelas y de los hogares en estos improvisados ensayos y en estas nuevas realidades? ¿Qué aprendimos sobre lo que es preciso hacer y cambiar en educación, tanto en el sistema educativo como en el hogar? ¿Cuál es la «nueva normalidad» que necesitamos y podemos construir para esta maltratada educación ecuatoriana? En medio de y a pesar de los acuciantes problemas nacionales nos debemos la oportunidad de repensar los futuros de la educación y de los aprendizajes de nuestros niños, jóvenes y adultos, dentro y fuera de las aulas.

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Ikigai: Qué me gusta, para qué soy bueno, cómo puedo ser útil

 Rosa María Torres

"No pienses en quién quieres ser sino en qué quieres hacer".
"Trabaja tan duro y tanto como puedas en las cosas que te gustan" .
Richard Feynman



El ikigai es la motivación para levantarse cada mañana, una razón que da sentido a la vida. Todos podemos encontrar nuestro ikigai; se trata de buscarlo en las distintas etapas de la vida.

En su libro Encuentra tu elemento. El camino para descubrir tu pasión y transformar tu vida (2013)
Sir Ken Robinson habla de esto. Cómo descubrir los talentos personales que todos tenemos y convertirlos en opciones de vida. Muchos jóvenes y adultos terminan estudiando o trabajando en cuestiones que no les gusta o en las que se sienten incómodos, sin llegar a descubrir y desarrollar sus talentos.

Cuatro preguntas para buscar el ikigai

Ikigai es un concepto japonés. Combina las palabras ikiru, que significa «vivir» y kai, que significa «la realización de lo que uno espera». Así pues, ikigai es «la razón de vivir» o «el propósito de vida».

Cuatro preguntas confluyen en el ikigai

1. ¿Qué me gusta?
2. ¿En qué soy bueno/buena?
3. ¿Qué necesita el mundo y qué puedo aportar yo?
4. ¿Es esto algo por lo que puedo conseguir un ingreso? 

Yo agrego una quinta pregunta adosada a la pregunta 2: ¿Dónde y cómo puedo aprender?. Porque no todo se aprende en los libros y en las aulas. Aprendemos jugando, trabajando, leyendo, escribiendo, observando, enseñando, investigando, conversando, debatiendo, viajando, resolviendo problemas.
Quienes consiguen que estas cuatro preguntas se alineen  en su vida, son muy afortunados. En realidad, quienes tienen la posibilidad de elegir ya son afortunados. La mayoría de personas en el mundo, sobre todo los pobres, no tienen esa posibilidad. 

▸ La mayoría de personas no reflexiona sobre estas preguntas. Muchos jóvenes y adultos eligen un campo de estudio sin suficiente información, sin suficiente conocimiento de sí mismos y sin suficiente reflexión. Muchos se guían por aquello en lo que creen que pueden conseguir un empleo y un ingreso. Muchos, hoy en día, acumulan títulos en un vacío de experiencia laboral, desestimando el valor formativo del trabajo y de la experiencia.  

Cada persona es única en sus gustos, vocaciones y talentos. Que algo llegue a entusiasmarnos e incluso apasionarnos como objeto de aprendizaje y de conocimiento tiene que ver con diversos factores y estímulos, desde la primera infancia. La familia juega un papel clave. Un profesor o profesora que no solo enseña sino que inspira, un libro que enciende el deseo de leer, una película, una charla, un viaje, pueden dejar huella por el resto de la vida.

Todos tenemos talentos; se trata de descubrir cuáles son, mejor si desde la infancia. Nunca es tarde para cultivar un talento. Muchas personas descubren o pueden desarrollar plenamente su ikigai en la vida adulta. José Saramago, Premio Nobel de Literatura, nació en una familia campesina y debió abandonar el colegio, entrar a estudiar cerrajería a los 12 años y trabajar como cerrajero mecánico desde los 15 para ayudar a su familia. Apasionado lector desde la infancia, empezó a escribir a los 25 años pero no fue sino a los 58 que pudo dedicarse de lleno a la escritura. 

Todos podemos hacernos buenos en algo si ese algo nos gusta y trabajamos en ello. Hacerse bueno o muy bueno en algo implica aprendizaje permanente, teoría y práctica, mucho esfuerzo y dedicación.  

Ser socialmente útil produce gran satisfacción y es parte muy importante de la realización de toda persona. El mundo empieza con la propia familia, con la comunidad o el barrio en que vivimos, con la naturaleza que nos rodea, con el país que nos vio crecer o que nos acoge. Si podemos obtener un ingreso por trabajar en algo que ayude a resolver algún problema de la localidad o de la humanidad, por pequeño que éste sea, podemos considerarnos privilegiados.

▸ Muchas veces el ikigai no tiene o tiene poca relación con el trabajo. En una encuesta realizada en Japón solo 30% de los encuestados mencionó el trabajo como su ikigai. Encuestas a nivel internacional muestran que muchas personas consideran que eligieron mal sus estudios y sus oficios. Muchos logran convertir su vocación en un hobby, en una opción complementaria que les ayuda a mantenerse motivados. En todo caso, nunca es tarde para empezar otras carreras y considerar otras opciones laborales.

No hay un solo ikigai para siempre. Las personas cambian a lo largo del tiempo, y cambian asimismo las realidades y las circunstancias. Podemos llegar a tener varios ikigais a lo largo de la vida. Se trata de un proceso permanente de búsqueda y autodescubrimiento.

Okinawa, una isla remota en Japón, es una zona azul, una de las áreas del mundo en las que la gente vive más de 100 años (Ver en Netflix la serie "Vivir 100 años: Los secretos de las zonas azules"). Entre las razones de su longevidad las personas mencionan la comida (una dieta saludable, en gran medida basada en plantas), el hara hachi bu (comer hasta estar satisfecho en un 80%), la actividad física, la socialización y, de manera especial, los amigos (moai: un grupo social, una red de apoyo), mantenerse mentalmente activo, cultivar la espiritualidad, y encontrar el ikigai.

Ikigai para elegir estudios, carreras, futuros

El ikigai puede ser una herramienta útil cuando tomamos decisiones importantes como qué estudiar, qué carrera elegir o qué trabajo buscar.

Adolescentes y jóvenes se ven forzados a hacer elecciones claves de vida - estudios, carrera, trabajo - a una edad en que no están preparados para hacerlo. La abundancia de opciones de estudio y de trabajo hace cada vez más difícil elegir. No debería sorprender las altas tasas de abandono que se dan en los primeros años de la universidad. Las consecuencias de una mala elección de carrera son muchas, incluyendo pérdida de tiempo, desperdicio de recursos, y mal uso de oportunidades que podrían ser aprovechadas por otros. Hoy es bastante frecuente que se termine trabajando en algo que no tiene nada que ver con lo que se estudió. 

Una adecuada y oportuna orientación vocacional puede ser de gran ayuda, pero la mayoría de estudiantes no la reciben y aún ésta es insuficiente para tomar decisiones razonables no solo desde el punto de vista de la información sino de las emociones, las vocaciones y los talentos. 

En estas situaciones el ikigai ofrece una vía reflexiva, integral y personalizada para ayudar a tomar decisiones. Es un ejercicio de introspección y autodescubrimiento que puede hacerse solo o con otros y que puede ser facilitado por personas con conocimiento y experiencia en el tema.

Atendiendo en consulta a jóvenes y a familias he visto vivencialmente la complejidad de las situaciones y decisiones que enfrentan para elegir un campo de estudio y/o de trabajo.

A menudo, las opciones están condicionadas a puntajes obtenidos en exámenes, los cuales difícilmente captan lo que las personas son y son capaces de ser y hacer.

Hay adolescentes y jóvenes que responden a la historia familiar o a los deseos implícitos o explícitos de los padres. Otros eligen una carrera a partir del menú conocido de carreras convencionales (abogacía, medicina, administración de empresas, etc.). Otros se guían por «modas» que circulan en la sociedad sin la necesaria explicación o fundamentación. El prejuicio contra las carreras técnicas y tecnológicas, consideradas de menor valor y prestigio que las carreras académicas, limita lastimosamente su elección. La oferta de becas lleva a menudo a embarcarse en ámbitos que no se elegirían si no fuera por la presión de aprovechar la beca.

Muchos jóvenes descartan una vocación artística para evitar confrontaciones familiares. La idea de que "los artistas se mueren de hambre" está arraigada en sociedades que no valoran la cultura y las artes ni las consideran una fuente legítima de trabajo y de subsistencia. La cantidad de artistas frustrados que no han tenido oportunidad de poner a prueba sus vocaciones y talentos artísticos, es enorme.

A menudo las opciones de estudio se sopesan a partir de consideraciones en torno a la empleabilidad. Informes mundiales, regionales y nacionales indican cada tanto cuáles son las profesiones u oficios en los que se puede conseguir trabajo hoy o en un futuro cercano. Se afirma que muchas de las profesiones u oficios que se estudian hoy desaparecerán en pocos años o serán asumidos por máquinas o por la inteligencia artificial, lo cual siembra incertidumbre y ansiedad adicionales. Muchos jóvenes se arriman al mundo digital o al emprendimiento como soluciones salvadoras.

Es importante tomarse en serio la reflexión y la decisión acerca de qué estudiar, dedicarle tiempo, investigar, poner por escrito las ideas y, de ser posible, compartir el proceso de búsqueda con otros.

El llamado interior (qué me gusta) termina teniendo a menudo poco peso en la elección de una carrera. La autovaloración (para qué soy bueno) genera muchas veces inseguridades antes que certezas. A la larga terminan imponiéndose las valoraciones económicas, sobre todo entre jóvenes provenientes de familias que no pueden darse el lujo de explorar diversas carreras.

Personalmente, me considero una persona afortunada en cuanto a oportunidades, opciones y decisiones de vida. Estudié Psicología, Educación y Lingüística en la universidad. Mis primeros trabajos, a partir de los 18 años, fueron como guía turística, guía en un museo arqueológico y profesora de inglés. Los idiomas me han abierto enormes puertas. Profesionalmente he hecho siempre lo que me gusta y he descartado aquello que no me hace feliz o no va conmigo. Mi familia ha sido aliado y estímulo antes que traba. Conozco de primera mano el privilegio de padres habilitadores: mi papá me enseñó a leer y escribir, y mi mamá alimentó mi fascinación con el aprendizaje y con la lectura durante la niñez y la adolescencia. Estudié música, violín y ballet en la adolescencia. Defiendo y disfruto el aprendizaje a lo largo de la vida. Tengo hijos artistas, dedicados respectivamente a la música y el teatro. He podido tomar decisiones autónomamente, equivocarme y rectificar en libertad. He dedicado mi vida a la educación. Leo y escribo de manera permanente (lo que me produce enorme placer, desde la infancia), investigo, enseño, viajo, doy conferencias, asesoro a muchos niveles (gobiernos, organismos internacionales, organizaciones sociales, instituciones educativas, familias, estudiantes), soy activa en las redes sociales, tengo un blog, y he podido hasta hoy vivir de lo que hago. Me he permitido siempre hacer muchas cosas de manera gratuita, por el placer de hacerlas. Descubrí mi ikigai cuando niña, lo he venido desarrollando en la vida adulta y hoy me sirve para ayudar a otros a encontrarlo.

A continuación unas cápsulas tomadas de mis notas de consulta en el Ecuador.

Joseph (17) dice que no le gusta leer. Ha logrado pasar los años con pobrísimas habilidades de lectura. Es el primero en su familia que aspira a estudiar en la universidad. Quiere seguir administración de empresas. Le digo que estudiar en la universidad implica leer y escribir mucho. No ha recibido ninguna orientación ni en su colegio ni en su casa.

Sebastián (18) cursa el último año de bachillerato. Seguir estudiando no está en sus planes. Le pregunto qué quiere hacer después de graduarse en el colegio; dice que quiere ser empresario. Un profesor en el colegio les alienta a crear su propio emprendimiento. Sebastián se imagina a sí mismo yéndose a EE.UU., creando un emprendimiento, organizando sucursales y haciendo mucho dinero. Finalmente, se metió a estudiar Turismo, terminó la carrera y luego él y su mamá migraron a Italia.

Carlos (35) siempre quiso dedicarse a la música pero finalmente estudió Comunicación para complacer al padre. Se considera un artista frustrado. Ahora ha encontrado en el teatro una oportunidad de realización personal. Trabaja en publicidad para asegurarse un ingreso. Ha logrado partirse en dos y resolver así su dilema, como tanta gente.

Marisa (22) quiere ser escritora e irse a estudiar en Buenos Aires. Vino a verme con sus padres, pues ellos se oponen. Ella hizo un préstamo y se fue. Lo último que supe de ella es que está contentísima asistiendo a talleres y tertulias, escribiendo guiones para teatro, armando un periódico barrial...

Ruth (16) quiere ser abogada. Le pregunto si su decisión está condicionada por sus padres, ambos abogados. Preparé una plantilla de ikigai y le pedí que la llenara. La repasamos juntas. El ejercicio le sirvió. Nunca se había planteado siquiera otras opciones.

El cerrajero de mi barrio (42) ama su oficio y considera que es bueno en lo que hace. Ahora quiere avanzar y entrar a la universidad a estudiar ingeniería. Le explico el ikigai y le aconsejo entrar a una carrera corta, técnica o tecnológica. Me agradece. Tomó el examen de ingreso, aprobó y se apresta a inscribirse en una carrera tecnológica.

Para saber más
- "¿Es este concepto japonés el secreto para una vida larga, plena y feliz?", Foro Económico Mundial, 2017.
https://es.weforum.org/agenda/2017/08/es-este-concepto-japones-el-secreto-para-una-vida-larga-plena-y-feliz/
- Héctor García y Francesc Miralles, Ikigai: los secretos de Japón para una vida larga y feliz, Uranio, 2016.

- Bradley J., Willcox, Bradley, Craig, Suzuki, Makoto, The Okinawa Way: How to Improve Your Health And Longevity Dramatically, Penguin Books, 2018.  
- Kate Whiting, "Want to live a long, healthy life? 6 secrets from Japan’s oldest people", World Economic Forum, 29 Sep. 2021
https://www.weforum.org/agenda/2021/09/japan-okinawa-secret-to-longevity-good-health?utm_source=twitter&utm_medium=social_scheduler&utm_term=Ageing+and+Longevity&utm_content=27/10/2021+05:00
- Okinawa Centenarian Study (OCS) https://orcls.org/about


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